Leyendo una revista titulada "El Movimiento Sindical Venezolano frente a la situación socio-laboral: desafíos y propuestas" de Josué Bonilla, que a pesar de haberse publicado en el año 2011, guarda vigencia frente a la crisis que atraviesa actualmente el Movimiento Sindical en Venezuela; razón por la cual compartimos con ustedes parte de esta lectura.
Compañero dirigente sindical, lea y saque sus propias conclusiones.
"El movimiento sindical a nivel mundial y regional atraviesa una crisis severa que lo ha obligado a buscar fórmulas para reanimarse; entre estas formas, destaca la creación de una nueva estructura organizativa para el sindicalismo internacional, como son los casos de la Confederación Sindical Internacional (CSI-2006) y de la Confederación Sindical de los Trabajadores de las Américas (CSA-2008). Estas iniciativas parten de la premisa de que un proceso de unificación fortalecería al movimiento sindical.
En este sentido la unión del movimiento se define como: “un proceso mediante el cual las distintas expresiones del pensamiento y acción de la clase trabajadora coinciden y se concertan en forma solidaria, para lograr objetivos comunes a través de una organización u organismo común, una conducción o dirección común, un programa de acción y estrategias, planes y acciones reivindicativas y de transformación social, comunes” (Moure, 2009, p.83).
Se entiende que la unidad no representa un ente o medio unidimensional; su consolidación abarca tres dimensiones en las que el movimiento sindical debe avanzar: a) la unidad de acción: trabajo conjunto de varias organizaciones para defender o conquistar un derecho; b) la unidad programática: va más allá que la de acción, es más permanente e implica un plan de acción y c) la unidad orgánica: contempla la conformación de una unidad de conducción política que abarca el ámbito nacional e internacional (Abad y Goncalves, 2011).
La unidad del sindicalismo mundial se ha presentado como un fenómeno progresivo. El caso de Venezuela es particularmente complejo; durante este trabajo ya se ha hecho referencia al contexto en que se desenvuelve el movimiento sindical, así como sobre su situación a nivel interno. La polarización y profunda fragmentación agravada por el paralelismo sindical es quizás una de las principales barreras a vencer. El mapa actual del movimiento sindical así lo refleja.
A partir de su análisis, se identifican organizaciones de tercer grado (confederaciones) que política e ideológicamente muestran profundas diferencias: La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV-1947), La Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV-1963), la Confederación de Sindicatos Autónomos (CODESA- 1964), La Confederación General del Trabajo (CGT-1971), La Unión Nacional de Trabajadores (UNT-1993). A estas se han sumado recientemente nuevas iniciativas de organizaciones de trabajadores, algunas no reconocidas oficialmente: La Alianza Sindical Independiente (ASI-2002), La Central Socialista de Trabajadores (CST-2008), el Movimiento Solidaridad Laboral (MSL-2009), El Frente Autónomo por la Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (FADESS-2010), y La Unidad de los Trabajadores de la Ciudad el Campo y el Mar (2011) (Abad y Goncalves, 2011).
Cada una de estas organizaciones refleja particularidades que las hacen complejas, lo cual implica que un acercamiento e intercambio estará determinado por una dinámica particular de relaciones (entre organizaciones y dentro de las organizaciones). A pesar de la diversidad y de la cantidad de organizaciones el movimiento sindical se encuentra muy debilitado y con una escasa capacidad de movilización, impacto y participación en la toma de decisiones en el ámbito laboral. Además su vinculación con los partidos políticos y/o Gobierno y la baja tasa de afiliación ensombrecen aún más el panorama (Abad y Goncalves, 2011).
En la dirigencia sindical actual, existe un consenso sobre la necesidad de una central unificada, aunque no hay claridad en cómo instrumentarla. Se coincide en señalar que debe hacerse desde las bases donde los líderes se conviertan en promotores del debate. Esto pasa por superar barreras específicas: intereses particulares, voluntad política, desconfianza, formación y respeto a la libertad sindical. En general, se espera la consolidación de un movimiento sindical unitario, con conciencia de clase, con propuestas innovadoras, mejor organizado y articulado, con mayor capacidad de respuesta y sin incidencia de grupos con intereses particulares. En concreto, un movimiento autónomo orientado hacia la creación de un nuevo proyecto mediante una nueva estrategia. Para ello, es necesario pensar en la creación de condiciones para el encuentro y el debate de ideas que permitan el acercamiento entre todos los involucrados (Abad y Goncalves, 2011).
Algunos rasgos que caracterizan al movimiento sindical venezolano en la actualidad:
• Decrecimiento de la tasa de afiliación sindical: actualmente sólo un 15% de los trabajadores están sindicalizados; no obstante es posible afirmar que el fenómeno se ha extendido a lo largo del mundo, específicamente a partir de los años 80’ 16
• Poca población ocupada amparada por Convenios Colectivos (solo el 10%). .
• Polarización del movimiento sindical: especialmente por aspectos ideológicos o de organización. Fragmentación: por diferencias en cuanto a fines y mecanismos de acción. Este fenómeno se agudiza a partir de 2002-2003, haciéndose patente la limitación de su capacidad de protesta y su debilitamiento. El paralelismo sindical agrava el problema.
• Visión de corto plazo e incapacidad de planificación y definición de iniciativas.
• Falta de unidad de acción, crisis programática y desarticulación orgánica.
• Debilitamiento de los valores y carencia de una verdadera conciencia de progreso y compromiso social.
• Crisis de liderazgo: formación insuficiente, no se vislumbra una generación de relevo.
• Pérdida de libertad y autonomía sindical.
• Dificultad para la relegitimación de autoridades sindicales: interferencia o intervención del Consejo Nacional Electoral (CNE).
• Pérdida de rumbo y desnaturalización de su esencia."
Revista "El Movimiento Sindical Venezolano frente a la situación socio-laboral: desafíos y propuestas"
Josué Bonilla García
Caracas. Diciembre 2011
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